El mes pasado, Elon Musk, fundador de Tesla, sorprendió al apoyar públicamente a Donald Trump en su candidatura presidencial, a pesar de las políticas de Trump que contradicen directamente los intereses de Tesla. Trump ha prometido “perforar, perforar, perforar”, poner fin a los mandatos de vehículos eléctricos (VE) y reducir las subvenciones que ayudaron a Tesla a consolidarse como el principal fabricante de VEs en Estados Unidos.
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A lo largo de su historia, Tesla ha dependido en gran medida de los préstamos y subvenciones del gobierno, como un préstamo de 465 millones de dólares del Departamento de Energía de EE.UU. que financió su primera gran planta en California. Además, la empresa ha ganado cerca de 9,000 millones de dólares desde 2018 vendiendo “créditos regulatorios” a otros fabricantes de automóviles que no pueden cumplir con las estrictas normas de emisiones.
A pesar de su apoyo a Trump, Tesla ha seguido presionando por políticas que el expresidente ha criticado. Por ejemplo, en febrero, Tesla pidió a la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de EE.UU. que permitiera a California imponer normas de emisiones más estrictas que el resto del país. Además, Tesla ha defendido la normativa que prohibiría la producción de la mayoría de los nuevos coches de gasolina para 2035, una idea que Trump ha criticado.
El enfoque de Musk hacia las subvenciones y las políticas públicas refleja una mezcla de pragmatismo y una aparente contradicción. Mientras que él se ha mostrado reacio a las subvenciones, Tesla ha seguido beneficiándose enormemente de ellas. Según ex empleados de Tesla, Musk es un defensor del libre mercado, pero si hay beneficios gubernamentales disponibles, es lógico aprovecharlos.
El creciente apoyo de Musk a Trump también se manifiesta en su reciente disposición a entrevistarlo en su plataforma de redes sociales, X. Esto a pesar de que en el pasado Musk criticó a Trump por retirarse del Acuerdo de París y expresó entusiasmo por la agenda climática del presidente Joe Biden. Sin embargo, después de que Tesla no fuera invitada a una reunión de fabricantes de VEs en la Casa Blanca en 2021, Musk comenzó a distanciarse de Biden.
Recientemente, Musk ha suavizado su postura sobre el cambio climático, afirmando que el riesgo del cambio climático está “probablemente exagerado a corto plazo, pero es exacto a largo plazo”. Esta ambivalencia se extiende también a otras áreas, como la diversidad en el lugar de trabajo. Mientras Tesla se promociona como un líder en la creación de un entorno inclusivo, Musk ha criticado públicamente las políticas de identidad promovidas por los demócratas.
La alianza de Musk con Trump sigue siendo un tema de debate, especialmente entre los accionistas de Tesla, algunos de los cuales consideran que su apoyo al expresidente es contrario a los intereses financieros de Tesla y a los objetivos de energía limpia que ha defendido la compañía.
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